El atardecer del dia 1 ha descendido sobre Barcelona y el mar como una tunica Romana, o mas que Romana; Mediterranea, convirtiendo la patrte baja de la ciudad en una realidad multicolor con un toque de irrealidad total con colores apagados y otros casi fosforescentes.
Se confundia la realidad con la ralidad virtual de "Avatar" que salgo de ver. Entro a la avenida Icaria llena de de enormes esculturas de hierro que tambien parecen pajaros primitivos entre la realidad y la ciencia ficcion y que amenazadoramente reposan alerta sobre el asfalto dispuestas a gritar a saltar o a volar como locas.
O como un bosque petrificado lleno de vida y de sabiduria.
(Foto de Barcelona 1 / 1 / 20010 por Sergio Blancafort.)
Avatar es una película muy inspiradora, esos colores, cuerpos, almas, filosofías... que nos inundan, nos penetran en orgasmos de colores y clímax desatados recordandonos quienes somos entre tanto gris cemento frío que nos rodea en esta temporada de invierno donde todo muere y hay una espurna de luz de esperanza esperando la primavera.
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