Ayer estaba de camino al estudio de grabacion y ¿que vieron mis ojos?; a lo lejos unas criaturas sacadas de otros tiempos antediluvianos y pretéritos que me llamaron poderosamente la atención, no pudiendome resistir a acercarme a ellas con cautela y fotografiarlas... ¿ Que eran ?...
Los dinosaurios surgieron hace aproximadamente 230 millones de años, en el período Triásico, unos 20 millones después de que la extinción masiva del Pérmico-Triásico hiciera desaparecer un 95 por ciento de toda la vida en la Tierra.24 25 Dataciones radiométricas de fósiles de la especie temprana de dinosaurio Eoraptor revelan su existencia en este momento. La mayoría de los paleontólogos cree que Eoraptor se parece al ancestro común de todos los dinosaurios.26 De ser esto cierto, los primeros de estos animales habrían sido pequeños predadores bípedos.27
Aun así, Herrerasaurus fue sin dudas un dinosaurio más antiguo y muestra rasgos similares con Saltoposuchus y otros de su grupo de tecodontos.
Las primeras pocas líneas de dinosaurios primitivos se diversificaron velozmente durante el resto del Triásico, y estos seres desarrollaron prestamente características y variedad de tamaños adaptados a la vida en casi todos los nichos ecológicos terrestres. Se debió a la gran adaptabilidad que poseían para su dieta, agilidad e inteligencia de algunos seres como Coelophysis al compararse con otros tipos de reptiles.
Durante la era de su predominancia, la Mesozoica, casi todos los animales terrestres de más de un metro de largo eran dinosaurios. Con la nueva reforestación durante el Jurásico y el predominio de las grandes coníferas y praderas de pteridófitos muchos grupos (y se establecían los dos órdenes y sus respectivos y principales subórdenes). Tanto herbívoro como carnívoros crecieron a un gran ritmo adaptándose al follaje. Los más conocidos son los saurópodos que habitaron todo el mundo. Poseían dientes estrechos y largos para masticar estas plantas e incluso tragaban rocas para su digestión, llamados gastrolitos. Los demás consumían un follaje más bajo como Stegosaurus y Camptosaurus . Los carnívoros desarrollados en este orden fueron los carnosaurios, mientras los celurosaurios preferían carroña, huevos o insectos.
Durante el cretácico los dinosaurios invadieron todo el planeta, desde el Sahara por Ouranosaurus hasta la Antártida por Cryolophosaurus. Con la diversificación de las angiospermas aparecieron nuevos herbívoros como Saurolophus. Respecto a éstos, a diferencia de la primera teoría, se sabe que no desterraron del todo al ecosistema jurásico. Es demostrado en Sudamérica y África cuando los saurópodos como Argentinosaurus alcanzaron sus tamaños límites al igual que los carnívoros como Giganotosaurus.
También se desarrolló el tipo de adaptación defensiva presente en tireóforos y marginocéfalos.
La gran extinción del Cretáceo acabó con todos los dinosaurios no avianos...
Colisión de un asteroide
El cráter de Chicxulub en la península de Yucatán, lugar de impacto del meteorito que habría causado la extinción de los dinosaurios.
Artículo principal: Cráter de Chicxulub
La teoría de la colisión de un asteroide con la Tierra, la más ampliamente aceptada actualmente, fue propuesta por el físico estadounidense Luis Walter Álvarez y su hijo, el geólogo Walter Álvarez a finales de los años 1970. Explica que la gran extinción de finales del período Cretácico comenzó con la caída de un bólido a la Tierra. Esta clase de meteorito habría hecho impacto en Chicxulub (Península de Yucatán, México) hace aproximadamente 65,5 millones de años. Álvarez notó un aumento repentino de los niveles registrados de iridio (elemento abundante en cierta clase de meteoroides), a escala global en el estrato de rocas correspondientes al período Cretácico, sugiriendo la existencia de una catástrofe de proporciones mundiales. La mayor parte de las pruebas actuales parece confirmar en efecto que un planetesimal de 10 kilómetros de diámetro impactó en los alrededores de la península de Yucatán, creando el cráter de Chicxulub de 170 kilómetros de diámetro y provocando una cadena de extinciones en masa. A principios de 2010, un equipo científico internacional compuesto por 41 investigadores reafirmó esta teoría aportando pruebas geológicas recabadas en distintas partes del mundo.29 Recientemente, se ha descubierto en el lecho del Océano Índico un cráter cuyo tamaño es cincuenta veces mayor al de Yucatán, lo que ha causado nuevas especulaciones acerca del lugar donde cayó el asteroide. Los científicos no están todavía seguros de si las poblaciones de dinosaurios prosperaban o disminuían inmediatamente antes del acontecimiento del cataclismo, aunque algunos grupos consideran que podrían haber existido dinosaurios aún a principios del Cenozoico.30
Aunque la velocidad de la extinción no pueda ser deducida del registro fósil, varios sugieren que el proceso fue sumamente rápido. El acuerdo general entre los científicos que apoyan esta teoría consiste en que el impacto causó una debacle que se desarrolló de dos formas: directamente (por la energía disipada durante el impacto de meteorito) y también indirectamente (a través de un enfriamiento mundial de la temperatura ambiente, causada por la materia expulsada del cráter de impacto, que reflejó la radiación termal del Sol hacia el espacio exterior)
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Fascinantes imágenes, contradictorias, en verdad. Me han recordado un artículo de Jose Luis Sampedro, "Humanismo y medio ambiente" donde muestra la evolución del ser humano desde un ente propio de la naturaleza a su dominador, transformador y finalmente, destructor. Los dinosaurios aquí parecen las réplicas de un mundo prehistórico que contrastan con esos bloques de cemento creados por el hombre, dañando nuestro ecosistema y en beneficio(desgraciadamente) de un interés económico, alejado de su primer habitat. Y lo hemos olvidado, "en su principio el hombre fue naturaleza, como uno más de los seres vivos surgidos de la evolución, pero poco a poco fue diferenciándose hasta instalarse en la ciudad, donde casi todo es artificial". Por eso aboga el autor por el compromiso del hombre, del artista ante el sistema para recuperar nuestro sitio en la naturaleza, de la que somos parte, no destructores.
ResponderEliminarPerdón por la parrafada, pero es un tema que me toca mucho y que lo siento. A parte, me han subyugado esos contrastes entre los seres desaparecidos y esa zona(no sé dónde es)que parece robar terreno a un desierto. Insisto, fascinante. Un beso.